- Porque cada vez más, las empresas precisan contar con una plantilla que actúe en sincronía con la dinámica y el ritmo de trabajo tal y como exigen sectores específicos de actividad.
- La salud se ha convertido en un activo fundamental en el entorno laboral. El absentismo laboral incide de forma significativa en la capacidad de producción y organización de las empresas.
- Las enfermedades físicas y mentales se han ido haciendo presentes de forma gradual entre la plantilla de directivos y trabajadores, mermando su capacidad, su rendimiento así como sus relaciones, tanto dentro como fuera de la empresa, y en definitiva afectando su productividad.
- Los objetivos de remuneración económica, difícilmente resultan suficientes para paliar los estragos que causa la depresión, la ansiedad, el insomnio o los dolores crónicos de espalda, que en muchos casos no hacen sino establecerse de forma crónica atacando en todas sus esferas a un recurso tan importante como el ser humano.
- Sólo una mente en calma es capaz de dar lo mejor de “Si Mismo”, y para ello el cuerpo, su soporte, ha de ser cuidado y atendido tal y como su naturaleza le demanda.
- El optimismo y la alegría en el desarrollo de la actividad laboral son muy vulnerables ante situaciones económicas adversas, lo que impide acercar la “Visión” de la empresa a la “Visión personal” de quienes trabajan en ella.
atte.
Sankirtan Das
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